Nuevos comienzos

Los años 20

colgante abrioescultor

Nuevos aires van alejando las últimas nubes cargadas de pasado. Atrás, muchas experiencias vividas, mucho aprendizaje, algunos kilómetros… ; Por delante, nuevas ilusiones, nuevos tiempos, nuevos caminos y nuevas oportunidades. Las nubes del futuro de momento no se ven.

En esta mañana fría y despejada, escribo al sol con la capucha puesta porque el frío me duele en las orejas. Veo delante de mí la ciudad de Sevilla desde el balcón del aljarafe que hay al lado de mi taller. Este descampado verde al que la gente viene a pasear al perro es el lugar perfecto para estar solo. Es uno de los pocos sitios que no está lleno de todo. Es sólo una loma verde en la que nadie ha construido nada todavía y que por estar al lado de la autopista no debe tener mucho interés para nadie. Mejor para mí.

He acumulado ya muchas herramientas en estos 10 años como para no valorar sitios como este.

Parece mentira cómo pasa el tiempo de rápido. Hace ya 10 años que salí de la facultad de Bellas Artes con mi título de escultor y monte el taller aquí al lado. Empiezo a darle la chapa a chavales de 20 años y me escucho diciéndoles «cuando yo tenía tu edad…» Y me doy coraje.

Este 2020 cumpliré 35 años. Algunas canas me asoman ya por la barba que cosecho. Siento que se está cumpliendo un ciclo.

 

Todo es casi igual pero todo es distinto. Residente lo explica muy bien en «la vuelta al mundo»

Mientras más pasan los años
Me contradigo cuando pienso
El tiempo no me mueve
Yo me muevo con el tiempo.

Siento que tengo otra energía. Como de otro tipo. Es como pasar de la gasolina al diesel. Correr, corro lo mismo. Poco. Pero parece que el motor sufre menos y va como más suave.

Destino… Como siempre sin GPS. (Estoy empezando a dejar de discutirme eso). Nunca me he llevado bien con las instrucciones. Además creo que mata la creatividad, atonta el cerebro y genera miedo a lo desconocido y dependencia de las tecnologías. Y además no sabe decir N-IV. Que de toda la vida se ha dicho «Nacional Cuarta» y el carajote del google dice «ene y vi». ¡Tes quí ya!

Mi abuelo se sabía todas las calles de Sevilla porque se daba paseos y se las aprendía de memoria «como los taxistas». Y sabía ir a cualquier parte desde cualquier sitio. Y lo más importante, sabía de los caminos. Lo que podías encontrar. Sabía por qué calles daba la sombrita en verano, en qué esquina pararse a tomar una tapilla, a qué hora no hay gente por la Avenida… Y para los sitios a los que no has ido sólo hay que prestar atención a las señales. Y si no sabes llegar a Roma, pregunta.

El GPS solo te lleva por el camino más corto. Y para mi pierde toda la gracia.

En fin. Me hago mayor. Cuando de pequeño decía «cuando sea mayor» me refería a esta época. Creo. Aunque sigo siendo un niño dentro de un cuerpo al que le hablan de Ud. y le dicen «señor» por la calle.

He dejado de fumar incluso. Después de casi 20 años fumando.

Soy autónomo, y aunque puedo decir que casi vivo de lo que quiero y como quiero, nada está siendo como yo creía que iba a ser. Pero le voy cogiendo el truco. Y eso lo hace todo mucho más interesante.

Después de mucha incertidumbre, parece que todo marcha. Y puedo notar que está cambiando a mejor.